jueves, 20 de diciembre de 2018

Paisaje cambiante



Paisaje cambiante

Uno tiene que saber irse
y sin embargo, ser igual que un árbol:
como si se quedasen las raíces en el suelo,
como si se moviese el paisaje
y nosotros nos quedásemos parados.
Aguantar la respiración
hasta que cese el viento
y el aire ajeno empiece al rodearnos,
hasta que el juego de luz y sombra,
de azul y verde,
muestre los viejos patrones
y estemos como en casa
donde sea,
y podamos sentarnos y recostarnos
como si fuera la tumba
de nuestra madre.

Hilde Domin
de Sólo una rosa como apoyo, 1959
En Canciones para dar aliento (2018)
editorial Llantén
Traducción Geraldine Gutiérrez Wienken