viernes, 1 de julio de 2016

Hablar


No lo voy a ocultar: estoy tan desacostumbrado a que, en fin, me comprendan; tan desacostumbrado, digo, que en los primeros minutos de nuestro encuentro pensé: esto es una broma, un engaño, una mascarada… Pero además… Hay cosas de las que cuesta hablar: es como si les quitases su maravilloso polen al rozarlas con palabras… Me llegan cartas de casa que hablan de flores enigmáticas. Eres preciosa […]. Te necesito, sí, mi cuento de hadas. Porque tú eres la única persona con la que puedo hablar, ya sea del matiz de una nube, del tintineo de un pensamiento o de que hoy, cuando fui a trabajar, miré a la cara a un girasol alto, y él me sonrió con todas sus semillas.

Vladimir Nabokov
Cartas a Véra
Ed. RBA
Trad. Marta Ingrid Rebón y Marta Alcaraz

Fot. Nicolas Nabokov, Véra and Vladimir Nabokov, Berlin, 1934