lunes, 1 de febrero de 2016

Felicidad


Durante la primera parte de tu vida, no te das cuenta de tu felicidad hasta que la has perdido. Luego llega una edad, una segunda edad, en que sabes, en cuanto empiezas a vivir algo feliz, que acabaras perdiéndolo. Cuando conocí a Belle, comprendí que acababa de entrar en esa segunda edad. También comprendí que no había llegado todavía a la tercera, la de la autentica vejez, cuando el hecho de prever la pérdida de la felicidad impide incluso llegar a sentirla.

Michel Houellebecq, La posibilidad de una isla
Ed. Alfaguara, 2005
Trad. Encarna Castejón

Fot.  Roberto Frankenberg, Michel Houellebecq