miércoles, 22 de noviembre de 2017

El que espera siempre lo consigue


Todas las mañanas encendía la radio que le había prestado una compañera de cuarto, María de la Peña, la ponía bien bajito para no despertar a las otras, sintonizaba invariablemente Radio Reloj, que daba "la hora exacta y noticias culturales", y nada de música, solo el tictac de gotas que caen; una gota por minuto transcurrido. Sobre todo, esa emisora aprovechaba los intervalos entre aquel goteo de minutos para dar anuncios comerciales; ella adoraba los anuncios. Era una radio perfecta porque también entre el gotear del tiempo brindaba lecciones breves de las que tal vez algún día tuviese necesidad. Así fue como aprendió que el emperador Carlomagno era llamado Carolos en su tierra. Por cierto que nunca encontró el modo de aplicar esa información. Pero nunca se sabe, el que espera siempre lo consigue. También se enteró de que el único animal que no se ayunta con su hijo es el caballo.

Clarice Lispector
La hora de la estrella
Ed. Siruela, 2013
Trad. Ana Poljak