miércoles, 23 de mayo de 2018

Elogio al aburrimiento II


Giacomo Leopardi retomaría un siglo y medio después de Pascal, dándole un giro diametral, la relación entre el horror al vacío y el aburrimiento. Como si en verdad el alma fuera una suerte de barómetro, Leopardi se valdría de la imagen de una sustancia sutil, un fluido imponderable que llena los intersticios entre las cosas, a fin de sostener, como antes Rochefoucauld, que el alma nunca está exenta de pasiones y que aún el aburrimiento, que sería lo más próximo a la vacuidad anímica, es un tipo de pasión, esa pasión última y quizá esencial que no tarda en inundar al hombre cuando las demás pasiones lo han abandonado:

"El aburrimiento (noia) se apresura a llenar todos los espacios vacíos que el placer y el displacer dejan en el alma. El vacío-ese estado de indiferencia desapasionada- no puede existir en un alma así, de la misma manera como no podía existir , de acuerdo con los antiguos, en la naturaleza física. El aburrimiento es como el aire en la Tierra, que llena todos los espacios entre las cosas, y se apresura a ocupar el espacio que éstas dejan, a menos de que otras cosas ocupen su lugar."

Convertido en una pasión de bajísima intensidad, equiparable al éter de los antiguos físicos, el aburrimiento no se identificaría con el vacío, sino con el estado anímico que despierta en nosotros; sería la contramarea que espontáneamente recubre el espacio que dejan entre sí las pasiones que nos arrollan. Al igual que las teorías que partían del horror vacui, Leopardi piensa que el corazón humano -ese barómetro que la naturaleza ha implantado en nosotros- apenas percibe el descenso en la presión de las pasiones, cae en el aburrimiento, cae en esa pasión imponderable cuyo signo es la urgencia de nuevas pasiones, donde reina el ansia sorda de que otras cosas ocupen su sitio.
(...) Algo de este ambiente barométrico, de esta imagen voluble y tempestuosa -y acaso cíclica- del corazón humano, reaparece también en los escritos de Pessoa, en el "Libro del desasosiego" principalmente, en una de cuyas páginas se lee esta frase enigmática, que podría figurar tanto en los "Pensamientos" de Pascal como en el "Zibaldone" de Leopardi: "Concibo que seamos climas sobre los que gravitan amenazas de tormenta, realizadas en otro sitio".

Luigi Amara
La escuela del aburrimiento
Ed. Sexto Piso, 2012

Fot. Sanghyeok Bang