martes, 7 de mayo de 2019

Cuesta de Atocha


CUESTA DE ATOCHA

Ellos dos van subiendo y nos cruzamos,
en la silla de ruedas,
sentado y encogido, solloza un hombre joven.
El padre, que la empuja,
echa hacia atrás los pies y, para hacer más fuerza,
estira cuanto puede las piernas y los brazos.
Así, encorvado y tenso,
puede vencer apenas la subida.
Sé lo que siente: que se ha hecho
viejo. Por un maldito instante
compadezco a ese padre: un error,
puesto que él todavía tiene a su hijo.
Esbozo una sonrisa mientras van alejándose.
Desde un portal,
una mujer me mira con reproche.
No comprende en qué escena de amor se está metiendo.

Joan Margarit,
De Un asombroso invierno
Ed. Visor, 2018

Fot: Cuesta de Moyano, años 50