domingo, 31 de julio de 2016

Ciego


El ciego amor no sabe de distancias
y, sin embargo, el corazón desierto
todo su espacio para mucho olvido
le da lugar para perderse a solas
entre cielos abismos y horizontes.
Cuando me quieres, al mirarme adentro, 
mientras la sangre nuestra se confunde, 
una redonda lejanía profunda 
hace posible nuevas ilusiones. 
Ser tuyo es renacerme porque logras 
borrar, hundir, que se retiren todos 
los espejos, los muros de mi alma.
Blancura del amor. Con cuánto fuego 
se anunció tu presencia. Tengo ahora 
la luz de aquel incendio y un vacío 
donde esperar, donde temer tu vida.

El ciego amor no sabe de distancias

Kentucky, 1964