domingo, 28 de agosto de 2016

Todo es temporal


Es necesario entender la temporalidad de todas las relaciones amorosas. Mientras más eternas se crean, más vulnerables serán. Este es también un principio de negociación. Las relaciones pueden durar días, meses, años. O toda la vida. Pero deben ser siempre consideradas como finitas y temporales y no como relaciones eternas que compramos hasta el fin de la vida.
Este giro en la visión del amor ayuda a concretarlo en hechos. El amor es para aquí y ahora.
Menos nostalgia y más actualidad. Menos utopía y más topía. Alarguemos el presente. Hagamos del presente un espacio de realización denso. El tiempo se hace denso y se extiende cuando tiene contenidos ricos. En el amor, el presente, lo vivible hoy, en esta época, en este tiempo, en este período, debe tener cada vez más fuerza.

Marcela Lagarde
Claves Feministas para las negociaciones en el amor
Ed. Puntos de encuentro, Managua, 2001

Fot. Fotograma de Le petit soldat, Jean-Luc Godard, 1960