domingo, 18 de febrero de 2018

Rellenar los vacíos


Salió del estudio y comenzó a peinar la casa para buscar lo que quería encontrar, es decir, al Tío. Lo encontró dormido, como es obvio, en el sofá del pasillo, uno de esos sofás en los que nadie piensa en sentarse: se aplican al espacio para corregirlo, se simula una necesidad para rellenar los vacíos. Es la misma lógica a la que se deben las mentiras en los matrimonios.

Alessandro Baricco
La esposa joven
Ed. Anagrama
Trad. Xavier González Rovira

Fot. Isabel Reitemeyer
No, thank you, No 2, 2014